El cambiar de hábitos puede llegar a ser bonito, fluido y con cada avance disfrutar ¿Te gustaría saber cómo lograrlo?
En cada inicio de año, cada uno se pone metas o propósito a cumplir. Una de esas es el cambiar de hábitos, sea cual sea el motivo. Pero lo más probable, es que nos demos por vencidos casi sin haber comenzado, ya que la mayoría de gente no sabe que se puede cambiar de hábitos sin sufrir.
Acá te mostraremos algunas pautas para que puedas cambiar de hábitos sin sufrir
Para cambiar de hábitos sin sufrir, busca un buen motivo
Encontrar un motivo valido es la razón principal a la que acudiremos cuando nos entren dudas.
Lo ideal es que el motivo esté relacionado a nosotros, y no en opiniones o exigencias ajenas.
Si quieres bajar de peso para evitar el rechazo social, a esto lo afrontaras con rencor, en cambio, si lo quieres hacer para encontrarte mejor con vos mismo y mejorar tu salud, te conectaras más a este propósito.
Si decides ampliar tu circulo social, es más fácil que lo consigas si de verdad quieres conectar con otras personas. pero si tu no lo deseas y lo haces solo porque el resto tiene una activa vida social y te sientes distintos, hará que tus intentos se vean forzosos y desagradable.
Escoge el momento apropiado
Es muy común cambiar de hábitos al inicio de semana, del mes o del año, aunque puede ser que estos no seas los adecuados para ti.
Esta etapa vital es recomendable que la empieces tranquilo, confiado y motivado, si te sentís triste, ansioso o frustrado, primero intenta cambiar esas emociones, ya que no son buenas para empezar algún proyecto.
Cuida tus palabras
Lo ideal es que prestes atención a tus palabras. Deja de definirte. Llevas mucho tiempo con una forma de aspecto de vida determinado, continuaras haciéndolo cada día de forma inconsciente.
“soy muy perezoso”, “lo dejo todo a última hora”, “soy distraído”, “me alimento muy mal”, ¿Te suenan estas expresiones? Si es así, las tienes que abandonar y comienza a hablar de ti como la persona en quien quieres convertirte.
Por otra parte, sustituí el “tengo que” o el “debo por otras que denoten voluntad y no por obligación. Por ejemplo, en lugar de decir “tengo que salir a caminar” di “voy a salir a caminar”. Estos pequeños matices marcan una gran diferencia.
Establece pequeñas metas fáciles de alcanzar
Si quieres cambiar de hábitos sin sufrir, ponte metas realistas y que puedas alcanzar con tranquilidad y facilidad. Ya que un cambio tan grande y que no lo puedas conseguir, te conducirá a la frustración, al desanimo y así abandonaras.
Reconoce y valora cada avance que tengas, ya que de esta manera podrás ver tu progreso y te sentirás orgullo de vos mismo. Sería ideal, que cada noche revises tu día y anotes todos los objetivos que hayas cumplido.
Si quieres cambiar de hábitos sin sufrir, sé flexible
¿A que nos referimos con ser más flexibles? Que te permitas los tropiezos o algún retroceso, debes tener en mente y saber que estos momentos existen, hasta puede llegar a ser necesario en estos momentos. No son sinónimo de fallo ni de fracaso.
Si un día no puede hacer ejercicios, no pasa nada, se compasivo con vos mismo. No siempre vamos a poder actuar perfectamente. Acuérdate que un cambio de hábitos es de por vida y que siempre debe de haber espacios para imprevistos o equivocaciones.
En definitiva, un cambio de hábitos debe surgir de una profunda convicción, sostenerse en motivos personales y producirse en el momento adecuado, con calma y flexibilidad. Las prisas, las exigencias, la sensación de obligación son los peores enemigos de este proceso, los que lo convierten en un sacrificio en lugar de en un acto de amor propio. Por ello, cuida la posición y la perspectiva desde la que empiezas este camino; en realidad, puede ser el mejor punto de inflexión.
Cuida la posición y perspectiva que empieces este camino, ya que el cambio de habito debe sostenerse en motivos personales y de manera adecuada y con calma. Las prisas y las exigencias son el peor enemigo de este proceso, convirtiéndolo en un sacrificio en lugar de un acto de amor propio.