Cuidar nuestra autoestima debería ser una prioridad. Trabajar en ello cada día es un ejercicio que nos permitirá alcanzar la felicidad, por eso hoy queremos compartirte estos nueve consejos que son claves.
Es tan importante tener muy presente que hay que quererse y cuidarse a uno mismo, mantener una relación amable tanto con nosotros mismos como con los demás, donde la mirada hacia los demás no implique tirarse abajo a uno mismo o abandonarse.
El amor propio o autoestima, es un conjunto de emociones y predisposiciones cognitivas en las cuales están asociadas a la autoevaluación que un individuo hace de sí mismo. Esta es la manera en la que realizamos valoraciones de nosotros mismos.
Si una persona tiende a valorarse de manera negativa o pesimista, decimos que le falta amor propio o que tiene baja autoestima, y si está sesgada hacia una visión del ‘Yo’ demasiado optimista o inflada, decimos que tiene una autoestima demasiado alta, lo cual también puede dar lugar a problemas.
Además, en casi la mayoría de estas ocasiones, el tener el autoestima inflado son sinónimos de inseguridades y complejos que tenemos hacia nuestra persona.
Por todo ello, la clave está en tener una autoestima equilibrada, ajustada a las capacidades reales cada uno y a los valores y principios afines a nuestro sentir.
Consecuencias de una baja autoestima
¿Y qué nos sucede cuando tenemos la autoestima baja? Las alteraciones psicológicas más comunes, en la falta de amor propio, son las siguientes:
Muchas inseguridades y dificultades en el momento de conocer gente nueva
Miedo al tener que asumir nuevas responsabilidades
Predisposición a sufrir otras alteraciones como ansiedad o depresión.
Tener una relación llena de inseguridades, y se le suma el miedo a perder seres queridos.
Tendencia a la evitación de retos.
Consejos para mejorarla
Con la ayuda de estos consejos que podemos reunir te resumimos las principales pautas que debes seguir con el objetivo de mejorar tu amor propio:
1. Es fundamental para la autoestima descubrir algo que te motive y también lo que te hace sentir mal. Se considera que para tener un buen nivel de autoestima es necesario saber cuáles de aquellas cosas que te reprochas son realmente importantes para ti y no son fruto de la presión social. “Por ejemplo, si te sientes mal por no haber terminado una carrera universitaria, merece la pena pensar qué aspecto de eso es lo que te duele, y si tiene que ver sobre todo con las expectativas de tu familia o con el entorno.
2. Reconoce y valora tus méritos. Hay que valorarse tal como eres y pararte a pensar en las cosas o logros que has conseguido por ti mismo. Es el momento de evitar centrarte en todo eso que te hace sentir mal.
3. ¿Tienes inseguridades? Transfórmalas en objetivos. Ver las cosas de una manera distinta tal como oportunidades de aprendizaje, más que de rendimiento o éxito, te ayudará a salir de tu espacio de confort y si entras en esta lógica de la mentalidad constructiva, será complicado retroceder y dejar que dañe tu autoestima.
4. Trata de organizar tu tiempo y planear metas a medio largo plazo. Los días pasan y no notas ni avances ni alicientes. Es un error. Es importante no dejar pasar los días sin acercarte a tus objetivos de autosuperación, siempre que estos sean realistas y no excesivamente exigentes. Crea rutinas que te permita ir realizando avances hacia los objetivos que te motiven, desde el disfrute y auto cuidado y no desde el rendimiento.
5. Ten gente a tu alrededor que te aprecie. Esto es muy importante, muchas veces te hemos dicho desde estas páginas que somos seres sociales. Y, sin duda, el contexto social influye mucho en la autoestima. Por este motivo, es fundamental rodearse de personas en las que vos puedas confiar y sean capaces de ver las cosas buenas que hay en ti y que te lo hagan saber.
6. Buscar ayuda si es necesario. Si notas y sientes que tienes un problema con tu autoestima, y estos consejos no te ayudan, es importante buscar ayuda profesional, sobre todo cuando sientes que tu calidad de vida se ve desgastada y necesitas herramientas.
7. ¡Escúchate! Es importante escuchar tus necesidades, tomar nota de cuáles son las cosas que te hacen sentir bien y, sobre todo, realizarlas.
8. Es importante aprender a decir no. Aunque la realidad es que poner límites no es una tarea fácil, pero es algo que tienes que aprender, así como a decir que no cuando sea necesario, siempre eso sí, según desde el asertividad.
9. Fomenta tu autonomía. Por último, te recomendamos que tomes tus propias decisiones sin consultar siempre, aprendiendo a disfrutar de los momentos a solas.