Los pensamientos negativos suelen afectar a nuestra autoestima y así limitar nuestro progreso, por eso es muy importante que aprendas a controlarlo.
Aunque el objetivo suele ser que veas el lado bueno de las cosas, pensar en positivo, lo cierto es que hay situaciones en las que nos dejamos llevar por pensamientos que no nos hacen nada bien. A todos nos pasó en algún momento. Por eso, la clave es encontrar las estrategias para poder detectarlos. Habitualmente entendemos los pensamientos como realidades, pudiendo causar problemas, ya que, no es lo mismo pensar que si voy a poder aprobar un examen si lo estudio con el suficiente tiempo que se merece, que pensar que soy incapaz de encontrar trabajo que me guste. Esta última clase de pensamientos son pensamientos negativos y mayormente afectan nuestra autoestima y limitan nuestros progresos. Son pensamientos que aparecen mayormente de forma automática, solemos tenerlos tan interiorizados que no somos conscientes de que los estamos pensando y nos generan emociones desagradables
Establecer un diálogo interno
Se recomienda que para poder identificar lo más importante es que prestemos mucha atención a nuestro diálogo interno. Al hace eso podremos identificar cuando están apareciendo pensamientos exigentes y extremistas como por ejemplo “siempre me sale todo mal”, “debería sacar mejores notas” o “nunca voy a poder superar esto”. Si nos fijamos en este tipo de pensamiento de carácter absoluto veremos claramente que son pensamientos negativos y que necesitamos modificarlos para evitar sus efectos en nuestro estado de ánimo.
Al ser pensamientos de un carácter apuntado a lo negativo y pesimista generarán en nosotros emociones bastantes malas que se retroalimentarán con esta forma de pensar. “Si pienso ‘no sirvo para nada’ es lógico que aparezcan emociones como tristeza, frustración, enfado conmigo mismo, etc.”
Como se apuntó, uno de los problemas es que podemos tenerlos ya automatizados e interiorizados y no nos damos cuenta de que realmente están ahí. “Todos a lo largo de nuestra vida vamos a tener distintos pensamientos ya sean positivos como negativos, el problema comienza cuando estos pensamientos están tan interiorizados que pueden pasar desapercibidos. Algunos de ellos serán expresiones y comentarios que hemos ido escuchando desde que éramos chicos y que se han grabado en nuestros pensamientos como realidades, por eso cuesta identificarlos y modificarlos.
¿Podemos normalizar estos pensamientos?
Una de las dudas que surge es si podemos llegar a normalizarlos a estos pensamientos, a asumirlos y a no considerarlos un problema, sin darnos cuenta de que no nos hacen bien. Se pueden normalizar ya que nuestro diálogo interno y la autopercepción se va formando desde que somos niños. Se formará no solo en base a nuestros éxitos y fracasos, sino también en base a lo que las personas que nos rodea opinen de nosotros. Todo esto hace que se conviertan en creencias que asumimos como reales y que si no tomamos consciencia de ellas y del efecto que tienen en nosotros mismos nos limitarán y acompañarán en nuestro día a día.
Así es como debes afrontarlos
¿Cómo debemos actuar para tratar de poner freno a esos pensamientos que pueden llegar a ser perjudiciales? Acá se dan algunas claves
Para comenzar es fundamental que nos fijemos en cómo nos hablamos antes situaciones de reto, dificultades o incluso en situaciones de fracaso.
Una vez que sepamos saber cuál es nuestro diálogo, el siguiente paso será convertirlo en un diálogo más compasivo, entendiendo si teníamos conocimientos para hacer las cosas de una forma diferente, empatizando con nosotros mismos y utilizando esta experiencia para ver otras opciones que nos sean más efectivas en un futuro. Por ejemplo: si una semana he tenido demasiado trabajo y noto que soy incapaz de llevarlo a cabo al completo o que, vea que no puedo terminarlo, me está afectando a mi estado de ánimo o energía debería cambiar pensamientos del estilo “siempre lo haces todo mal” o “nunca consigues organizarte” por “está claro que esta forma de organizarme no me viene bien, ¿cómo puedo hacerlo la siguiente ocasión para que no me suponga este grado de desgaste?
Al principio puede parecer una estrategia muy poco natural, pero según la vamos poniendo en práctica nos resultará más fácil que aparezca de manera espontánea este pensamiento compasivo que tenemos hacia nosotros mismos.
¿Es conveniente buscar ayuda profesional en el caso de que estemos siendo dominados por estos pensamientos? Lo mejor, es que, si vos te estas dando cuenta que tu forma de actuar conmigo mismo está perjudicando, es buscar ayuda de un psicólogo que acompañe en el proceso de cuáles son las creencias que tengo afianzada acerca de uno mismo, su origen y como modificarlas de forma efectiva que cierren las heridas que seguramente hicieron que aparecieran.